65 coches del museo de Citroën a subasta

Citroën Heritage, el departamento de la marca responsable de su patrimonio histórico sobre ruedas, saca a subasta 65 piezas de su museo para hacer caja y optimizar espacio para el próximo traslado de sus instalaciones.

Citroën Heritage  subastaría parte de lo que mantiene en el Conservatoire, el santuario de Citroën.

El motivo principal es ordenar un poco su colección y, de paso, hacer algo de caja y ganar espacio para su próximo traslado. En el fondo, la noticia es buena porque, por fin, los extraordinarios modelos de la marca de los chevrones estarán expuestos en un verdadero museo. Parte de la colección que se queda formará parte del museo de Peugeot en Sochaux.

Citroën Heritage saca a subasta 65 coches y 90 lotes de automobilia el domingo 10 de diciembre a las 14:00 a través de Leclère Motorcars. Los lotes a subasta se podrán ver en vivo el día 9 de diciembre, pero podemos ir abriendo boca a través de la web de Leclère Motorcars.

 

A lo largo de la historia de Citroën han sido varias las ocasiones en las que se ha visto obligada -ya sea por necesidades propias o imposiciones de terceros- a deshacerse de su patrimonio, vamos a repasar algunos de estos tristes ejemplos:

  • Los prototipos del Citroën 2CV emparedados: temerosos de que los alemanes pudieran sacar partido de la genial idea que se estaba gestando en los laboratorios de Citroën, las primeras unidades y prototipos del mítico 2CV (con el nombre en clave de TPV, siglas de Très Petit Voiture, coche muy pequeño en francés) fueron sentenciados a muerte. Por fortuna, algunos responsables indisciplinados de la marca, en vez de desguazarlos decidieron esconderlos o camuflarlos. Lo hicieron tan bien, que desde 1939 hasta 1968 no se supo nada de ellos y en 1994 aparecieron otros 3 que habían sido emparedados.
  • Citroën M35: cuando Wankel presentó su motor rotativo, la mayoría pensaba que ése era el futuro. Citroën se asoció con NSU para crear “Comotor” para fabricar motores Wankel en una especie de joint venture. El primer producto de esa sociedad fue el especialísimo Citroën M35, un coche tan ligero y compacto como los Citroën Ami, Citroën 6 y Citroën 8 derivados del 2 CV, pero con el lujo de la suspensión hidroneumática, un interior de cuero y un motor Wankel. Se fabricó una serie muy corta a modo de laboratorios rodantes y se ofrecieron a clientes de la marca. Al tratarse prácticamente de prototipos, los fallos fueron frecuentes. Citroën recogió todos los que entregó y, a quien se negase a hacerlo, le envió una persuasiva carta en la que aclaraba tajantemente que, si se negaba a devolver el coche, la marca no estaba obligada a suministrarle recambios en caso de fallo. Prácticamente todos los Citroën M35 fueron achatarrados y también todas sus piezas exclusivas. Apenas quedan media docena de ejemplares de este sensacional automóvil.
  • Citroën GS Birotor: con sus 106 CV y apenas 900 kg de peso, el Citroën GS con motor Wankel de dos rotores ofrecía unas prestaciones excelentes en 1973. Su aspecto parecía idéntico al de cualquier GS, pero su frontal, su salpicadero y sus pasos de rueda y anchos de vía eran diferentes. Sólo se produjeron 847 unidades antes de que la crisis del petróleo y algunos defectos de juventud diesen carpetazo al proyecto. Para no tener que cumplir la ley y tener que suministrar recambios a sus clientes durante 10 años después de finalizarse su comercialización, Citroën trató de recomprar todos los GS Birotor fabricados para desguazarlos. Sólo unos pocos han sobrevivido gracias al empeño de los fans de la marca.
  • Citroën SM: considerado de manera unánime como el último coche de gran lujo francés, el Citroën SM tuvo un final patético. Nacido gracias a que Citroën compró Maserati en 1968, el Citroën SM se puede considerar (como en su día lo fueron los primeros Traction Avant y DS, lanzados al mercado apresuradamente) una especie de concept car de producción. La huida de Fiat del accionariado de Citroën -en un momento complicado económicamente a nivel mundial- hicieron que la marca fuese prácticamente intervenida por el gobierno francés y vendida a Peugeot, hasta entonces su principal rival. Nada más hacerse con el control de Citroën en 1975, Peugeot ordenó desmantelar todos los SM que ya estaban en la línea de montaje, incluso los que ya estaban prácticamente listos para salir por la puerta hacia los concesionarios.

Listado de vehículos en subasta: