Citroën 2CV, el valor de la sencillez

El Citroën 2CV es uno de esos modelos capaz de resistir a los decenios.

Presente en casi cualquier concentración de clásicos, arrastra una comunidad de forofos con gran poder de convocatoria. Y no acaba ahí la cosa: aparece en videojuegos como la saga ‘Gran Turismo’ y en multitud de películas con su aire bohemio, entre ellas ‘Cars 2’ o ‘Destino Final’. Es más, llegó a ser Coche Bond en ‘Sólo para sus ojos’, con Roger Moore en el papel de 007.

El coche surigó en 1935, cuando Pierre Jules Boulanger, entonces jefe de Estudios de la marca, ideó un vehículo para motorizar a los campesinos franceses. Debía transportar un cesto de huevos por un campo sembrado sin que se rompiera ninguno y otros 50 kg de mercancías. Y también ser fácil de conducir por alguien sin experiencia al volante, ser barato de mantener y consumir, como máximo, 3 l/100 km. Y su tracción sería delantera.

En su desarrollo se pensaron y probaron toda clase de innovaciones: se ensayaron brazos de suspensión de magnesio, puertas circulares, faros inspirados en las luciérnagas… El aligeramiento se convirtió en obsesión, con techo de lona, ventanillas de mica y carrocería de aluminio ondulado.

 

El 2CV se presentó en el Salón del Automóvil de 1948 y de inmediato se convirtió en un fenómeno de masas: el plazo de entrega llegó a alcanzar 3 años. Por aquel entonces, y como apreciar en el vídeo sobre estas líneas, el coche arrancaba insertando una manivela en el frontal que se hacía girar.

En España jugó un papel esencial en el desarrollo de la industria de automoción. En 1958, abría sus puertas, en la Zona Franca de Vigo, la planta de Citroën Hispania. El primer modelo que salió de sus líneas de montaje fue, claro, el 2CV, solo que en versión furgoneta. Pronto seguiría su estela el 2CV turismo.

La gran aceptación social del modelo y sus notables características offroad hicieron de él el compañero ideal de con ganas de dar la vuelta al mundo por poco dinero, protagonizando incluso raids como el París-Kabul-París de 1970 o el Raid África de 1973.

El 2CV también tuvo, y sigue teniendo, una fuerte vertiente deportiva, con ejemplos como el Campeonato 2CV Cross, que se sigue disputando actualmente en Francia. En España, se podía ver al 2CV —junto con el Mehari y el Dyane 6— en delirantes carreras de Pop Cross.