Una vez que has quitado la culata, las camisas no están sujetas por nada, si estiras de ellas comenzaras a ver el pistón. Sin llegar a destapar la parte alta del pistón en la que estarán las ranuras donde se alojan los segmentos ya podemos observar algunos indicios de su estado.
Estas manchas de quemado indican que hay una fuga, por eso quema en la explosión, pero tampoco sería eficaz en la compresión.
De modo que sacamos las camisas completamente para ver los segmentos.
Se encuentran en mal estado, partidos e incluso las ranuras que los alojan parecen dobladas.
Este artilugio es el útil para sacar la muñequilla del pistón. Lleva de derecha a izquierda, una tuerca, una contratuerca, un tope en forma de sombrero, un tubo hueco cuya boca se adapta a la curva del pistón por un lado y por el otro lleva una tuerca soldada. Todo ello unido por un espárrago terminado en tuerca hexagonal.
Imagino que no debe ser difícil quitar las arandelas que sujetan el eje al pistón a cada lado de este y golpearlo con un botador o tubo para que salgan por el otro lado, pero hay que tener en cuenta que la biela va a sufrir con el golpeteo, por eso si no disponéis del útil que os presento intentad hacerlo de forma que los golpes no repercutan en la biela, por ejemplo sujetando el pistón contra algo.
El bulón sujeto al pistón por una arandela- muelle a cada lado del mismo, una vez que saquemos estas arandelas estará libre pero ajustado, en nuestro caso colocamos el extractor como en la foto y al desenroscar la tuerca diagonal el bulón se va poco a poco introduciendo en el tubo con mínimo sufrimiento para la biela.
Autor: Efrén
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