RECOMENDACIONES PARA LA COMPRA DE UN CITROEN 2CV USADO

Nuestro amigo Antonio de la Ossa nos envía un nuevo artículo sobre lo que debemos de tener en cuenta a la hora de comprar un Citroöen 2CV.
Recomendable su lectura.

Próximamente se incorporará en la sección de Documentos de interés con algunas fotografías
Los que deseen opinar sobre este artículo puden hacerlo incorporando comentarios, al final.
Gracias Antonio.


RECOMENDACIONES PARA LA COMPRA DE UN CITROEN 2CV USADO


Ante el tremendo interés que está despertando la afición de recuperar nuestras queridas «cabras», vamos a exponer una serie de puntos importantes, destinados a facilitar que lo que compremos nos resulte satisfactorio, y no que, al cabo de unos meses, estemos tan hartos del trasto que hemos comprado, que no querramos ver un dos caballos ni en pintura.

En primer lugar, es importante tener bien claro cuánto dinero nos queremos gastar. Ya sé que lo mínimo, pero hay que desterrar la idea de perlas preciosas a precio de bisutería, o de euros a precio de pesetas.

Además, una vez tengamos el importe total de lo que nos vamos a gastar, hay que tener en cuenta que a la hora de quedarnos con el coche vamos a tener una serie de gastos a los que hay que hacer frente, y además al contado.

Estas partidas valen prácticamente lo mismo para cualquier 2CV o derivado que compremos, y son:
Transferencia, para ponerlo a nuestro nombre, alrededor de 120 €.
Seguro del vehículo, a terceros, básico, alrededor de 200 €.
Mantenimiento básico a efectuar, es decir, cambios de aceite y demás, porque realmente no sabemos cómo está, 100 €.
Gastos imprevistos por pequeños desperfectos o arreglos que hay que apañar, variable según estado del coche, por poner una cifra 200 €.

Todo ésto supera los 600 €, por lo que veis, es importante tenerlo en cuenta. Quizá habrá partidas que no sean precisas, pero otras pueden superar lo indicado.

Una vez descontado este importe, empezamos con la cifra de lo que estamos dispuestos a pagar, y a ver nuestro futuro coche.


 

RECOMENDACIONES:

EXTERIOR (a coche parado).

El aspecto exterior del coche es importante, pero no determinante. Hay cosas que debajo de la carrocería no vemos, como estado del motor, frenos, caja de cambios, óxidos de chapas o chasis, etc.

Un coche ligeramente abollado con la pintura original suele ser mucho más interesante que otro recién pintado que quizá disimule desperfectos más importantes.

A ser posible, no tiene que faltarle los accesorios básicos exteriores: faros, pilotos, parachoques, cristales, etc, que son imprescindibles para pasar ITV.

No debe apreciarse desajustes «raros» en las puertas, aletas, y demás, que denotarían algún golpe importante y mal arreglado.

Un defecto de vehículos con el chasis defectuoso (algo muy grave y que desaconseja la compra) es que se «abarquillean» en la linea que separa la cabina del motor, como si llevasen mucho peso en la parte delantera, con el morro del coche o excesivamente levantado o excesivamente bajo. Mirar apartado chasis.También lo notaremos que el capó no cierra bien donde el parachoques, y las piezas triangulares de chapa que hay en cada lado, entre el capó y las aletas delanteras, están como abolladas y no ajustan.

Las puertas (todas, incluído el maletero) tienen que abrir y cerrar bien, y no tiene que haber el óxido que ya agujerea la chapa en el larguero bajo puertas entre la aleta delantera y la trasera.

Pequeños defectos permitidos no importantes: óxido superficial o golpes en elementos movibles (aletas, puertas), parachoques desajustados, capota rota, ruedas muy desgastadas pero con el desgaste por igual,

Nos tiraremos al suelo como una serpiente para ver los bajos del coche que nos intentan vender. Lo principal es que los dos largueros que forman el chasis no se vean doblados, cortados o reforzados con piezas postizas soldadas. También comprobaremos los dos tubos gordos de chapa que están en el centro del coche, bajo las puertas, que encierran en su interior los muelles de suspensión. No tienen que estar perforados por golpes u óxido porque afectan gravemente a la suspensión. Asimismo, los amortiguadores tienen que estar en su sitio, porque si alguno se ha soltado es que está gripado y ha roto el soporte.
Defectos que se pueden permitir: óxido muy leve y superficial en las chapas o los largueros del chasis, pero ojo, superficial. Ligeros raspones o bolloncillos en las tripas del coche o en los tubos gordos de suspensión. Amortiguadores muy viejos. Gomas de la transmisión rotas. Llantas y platos de freno oxidados.

HUECO MOTOR Y HABITACULO

Una vez que por fuera y por abajo no hemos encontrado cosas graves que nos desanimen en la compra del coche, pasaremos a examinar el hueco motor y el habitáculo.
El hueco motor normalmente estará sucio de «mugre», pero no con aceite por todos los sitios como recién bañado por fuera, porque indicaría pérdidas importantes de aceite e intervención segura de reparación. Miramos en el interior de la caja del filtro de aire: tiene que tener aceite pero no un charco. Asimismo, si es de la caja de cambios del modelo antiguo, la tapa de chapa de arriba forma un borde que si el motor tira mucho aceite se queda ahí y lo detectamos fácilmente. Miramos el nivel de aceite, si está muy muy denso es que está en malas condiciones, y si le falta por debajo del mínimo, pues muy mala señal. En estos dos últimos casos desconfiar plenamente del vendedor: el aceite es lo más barato que hay y si va en malas condiciones, pues como irá del resto de cosas…
Defectos permitidos: restos de sales blancas que chorrean debajo de la batería, pero sin llegar a oxidar tanto esta parte que se vea el suelo o el interior de las chapas; motor muy sucio de polvo, pero que funciona. Cables sueltos, tubos de escape muy oxidados.

En el interior de la cabina, poca cosa a añadir, salvo que los aparatos eléctricos funcionen y que todas la cerraduras de las puertas también.
Defectos permitidos: los que buenamente crea el futuro comprador, porque si falta algo o está roto, o los asientos están hundidos no es novedad para el comprador de un 2CV usado. Nos tendremos que proveer de los desguaces.
Mirar debajo de la esterilla de goma en la zona del conductor o acompañante, todos estos coches están tocados, o reparados, o chapuceados: es normal; lo anormal es encontrar las chapas de origen sin oxido. Si está bien, seguro que el resto del coche también está recomendable, o al menos, no ha dormido mucho en la calle. Esto es igual de válido para el fondo del maletero.

PRIMERA VUELTA CON EL COCHE
Usted primero

Y llegó el momento más esperado, el dar una vuelta con el bólido (pero no de campana, gracias).
Primero tiene que conducir el vendedor. Observamos como lo maneja, para ver qué trato ha recibido de este SR. ó Srta. Esto nos indica si lo cuida o es que se está vengando de él porque ya está harto de tantas averías.
Estaremos atentos a ruidos de motor o de la caja de cambios que se antojen extraños, sin causa aparente, así como a los baches para ver si el coche se los «come» bien o protexta por ellos. De todos es conocida la estupenda suspención Citroën y lo poco que andan estos coches. No está permitido que las puertas se abran cuando se coje un bache fuerte si las cerraduras funcionaban bien. Si el conductor habla mucho, con total libertad manifestarle que queremos escuchar lo bien que suena el motor, que ya hablaremos de las virtudes del coche cuando paremos a tomarnos una cerveza.
Defectos permitidos: que el motor suene bien pero más fuerte de lo normal, que el coche balancee mucho pero no suenen golpeteos al arrancar, frenar, o coger baches suaves. Que las puertas abaniqueen ligeramente sin llegar a abrirse. Que el vendedor nos ponga cara de póker cuando le digamos que guarde silencio.

Nosotros también conducimos

Llega nuestro turno de coger el volante.
Antes de arrancar, si el motor está en marcha, lo paramos y volvemos a arrancarlo. Luego arrancamos suavemente y observamos el tacto de dirección y SOBRETODO los frenos, no sea que más adelante tengamos un susto y el coche no frene como esperábamos.
No vamos de carreras, los defectos del coche se verán mejor si vamos despacio. A velocidad media, y cuando las circunstancias de tráfico lo permitan, frenamos enérgicamente (sin bloquear las ruedas) y el coche no tiene que desviarse bruscamente de la trayectoria. En marcha normal no tiene que dar bandazos extraños ni golpeteos en el volante. Observar el buen comprotamiento general del coche a velocidad media, y compararlo con algún otro que hallamos conducido. Paramos en un sitio despejado (sin gente) y nos bajamos del coche con la excusa de mirar algo de la puerta trasera, y observamos si por el tubo de escape sale humo blancoazulado, señal de consumo alto de aceite (y reparación de motor). No es recomendable hacer muy larga esta parte de prueba, ahora el vendedor puede volver a coger los mandos y retornar al punto de partida; y volvemos a estar atentos de los ruiditos. Podemos decirle al vendedor que se adelante unos metros conduciendo el coche que queremos verlo andar desde fuera, y observamos nuestra futura compra como se comporta en carretera.
Defectos permitidos: ligero abaniqueo del volante (alguna llanta desequilibrada o doblada), que al frenar se desvíe muy ligeramente, que al ir en linea recta se desvíe un poquito del centro, que algún intermitente no funcione…Pequeñas cosas que no impidan el correcto funcionamiento en general.

El acompañante espía

Es recomendable ir acompañado de un amigo que también conozca estos coches, que se sentará en el asiento de atrás y se limitará a observar. No comentaremos nada del coche (ni bueno ni malo) en presencia del vendedor. Hablaremos más tarde a solas.
Dado que vamos a estar con el vendedor y con su coche un rato, un detalle de buen rollo y de que somos serios es citarnos en una gasolinera, y antes de empezar la prueba en carretera el poner de nuestro bolsillo 5 € de gasolina al coche. Este truco tiene dos efectos positivos: primero, el vendedor se sentirá «pagado» por la vuelta que vamos a dar y muestra nuestra disponibilidad a la hora de probar un coche; segundo, que al pagar la gasolina de la vuelta, no pondrá pegas de pasearnos por aquí o por allá, por si en un momento no vemos algo claro.

¿Estamos seguros?

En el momento de ver algo que no nos convenza del coche, es mejor no perder más tiempo, agradecer la visita y dedicarnos a buscar otro.

¿Nos venden gato por liebre?

Antes de dar un euro de señal, si ya estamos convencidos de la compra, asegurarnos de que la documentación está completa y pediremos un informe de antecedentes totales en la Jefatura de Tráfico (basta el nº de matrícula) para estar seguros de que no hay multas o embargos sobre el coche.

¡Estado de salud, por favor!

También es bueno el pedir la hoja de la última ITV para ver si en la última visita le rechazaron por algo, y se lo arreglaron.
Bueno, y si tenéis dudas, ya sabéis donde estamos.