Citroën se hace un ‘lifting’ al cumplir los 90

Concentraciones

La empresa celebra en París su aniversario con la presentación de un nuevo logotipo y bajo la influencia de su fundador, André Citroën.

Citroen cumple 90 años con un lavado de cara. La firma gala presentará hoy en París nueva estrategia e imagen; nueva estampa que ya conoce su red de concesionarios y que la propia marca dejó entrever en la pasada edición del salón de París, donde mostró su nuevo distintivo en el prototipo GT Concept. El cambio en el logotipo, ese doble ángulo que recuerda unos engranajes y que apenas ha variado desde los años Ochenta, tendrá ahora una nueva concepción menos angulosa y podría no ser estándar, modificándose en función del producto.

  Además de este cambio, la prensa francesa anuncia también la resurrección de un vehículo: el DS, un automóvil que dejó de fabricarse en 1975 y cuyo relanzamiento, según Les Echos, supondrá la creación de una línea de gama alta complementaria a la tradicional.

  La compañía ha elegido bien el día. La historia de Citroën ha estado íntimamente ligada a la vida de su fundador, por eso no sorprende demasiado que haya hecho coincidir esta presentación con el cumpleaños de su creador. André Citroën nació un 5 de febrero de 1878 en París. Hijo de un diamantero holandés, Lévie Citroën, estudió ingeniería y comenzó su primera aventura empresarial a los 22 años, cuando en un viaje por Polonia descubre por casualidad un procedimiento de engranajes en forma de chevrones —los que hoy forman el logo de la empresa— y compra su patente. Tras viajar a EEUU y conocer el método de trabajo de Henry Ford, Citroën decide transformar su planta de engranajes en una factoría de coches. Por aquel entonces corría el año 1919.

  Basta la palabra visionario para definir a André Citroën. Fue el primero en entender que una empresa de automoción debía disponer de un servicio posventa y en lanzar la venta de coches a crédito, entre otras muchas cosas. Puso a disposición de sus obreros instalaciones sanitarias y sociales, como guarderías y sala de lactancia. Todo eso a principios del siglo pasado.

  Su espíritu renovador llegó también a otros aspectos como la publicidad. Fue el primero en caer en la importancia del márketing. Sus campañas consistían en cosas como tirar un coche por un acantilado para demostrar su robustez o contratar aviones para que escribieran su nombre en el cielo.

  Sin embargo, este visionario no estaba pendiente del dinero. A pesar de ser el responsable del desarrollo de la tracción trasera, una tecnología que cambió la automoción, no pudo evitar tener que vender la compañía a sus máximos acreedores, los hermanos Michelin, en 1934. Un año después, André Citroën moría en París.

  El éxito de la tracción trasera hizo revivir a la empresa. Bajo la filosofía de su fundador nace el mítico 2 CV, un vehículo lanzado después de la II Guerra Mundial que es el emblema de la empresa. Después de varias alianzas con fabricantes como Fiat y Maserati, Michelin decide vender Citroën a Peugeot en 1974, dando vida al grupo PSA.

Rumores de alianza

Hoy en día, ambas marcas forman el segundo fabricante de automóviles de Europa y su cuota de mercado mundial es del 5%. El pasado año comercializó 3.260 millones de vehículos en todo el mundo, lo que supuso una caída del 5% sobre al año anterior. Las ventas de Citroën alcanzaron las 1,356 millones de unidades, un 7,2% menos. El futuro del grupo galo puede pasar por una alianza con otro fabricante más amplia que la que mantiene en la actualidad con varias marcas para la producción de coches o la fabricación de motores. Ahora se rumorea con la posibilidad de que se una a Fiat o BMW.
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Fuente: gaceta.es

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