 Por fin, el Club 2CV de Salamanca nos juntamos, con importantes ausencias, los 2caballistas salmantinos. Habíamos quedado a las seis de la tarde en el Parking del Complejo Deportivo de la Aldehuela, el primero en llegar fue Alberto y su hija, después Paz y su tropa, Eloy, Fermín, el padre de Agustín (Agustín sigue lesionado) y Baldovino, que lo enganchamos al tener aparacado el coche en nuestra zona.
La experiencia fue mejor de lo esperado, hablamos de nuestras «joyas», de la necesidad de tener algún lugar de encuentro, conocer gente de la misma afición, hablar sobre compras conjuntas de repuestos y se aprovechó para entregar a los asistentes información de las próximas concentraciones: Jarandilla de la Vera (al que irán Fermín y Martín), Valladolid, Palencia y Mangualde en Portugal. También se entregó un ejemplar de la última revista del Club Catalán André Citroën.
Tuvimos muchos cuirosos ante la novedad de ver «tantos» coches juntos, claro que el de Martín destacaba con ese color verde brillante.
Para ir pasando el rato, en espera de los que faltaban (no llegaron) fuimos viendo uno a uno los coches y cuando vimos el coche de Isidro observamos que su interior tiene un llavero precioso (una replica de un 2CV en plata y en la que las ruedas se mueven), se pensaba él que no nos ibamos a dar cuenta!!!. También precioso el llavero de Martín el cual también tenía un 2CV.
El sol pegaba fuerte y estábamos todos sedientos y como la zona está llena de chiringuitos, pues no se como se nos ocurrió que podiamos tomar unas cañas, pensábamos ir al de nuestro nuevo amigo Baldovino, pero hasta mañana domingo no lo abría para toda la temporada de verano así que nos fuimos a dos de la zona. Decir que cada uno pago su ronda, salvo Fermín que se las apañó para no pagar (gracias Alberto, pero la próxima el primero que invita soy yo).
Destacar la marcha de Alberto que invitó a todos a subir a su coche, el decía que era para la foto, pero estamos seguros que era para que vieramos su coche por dentro, tan impecable y superó la prueba de peso, por lo que los bajos de su coche parace que si aguantaron con todos.
Bueno, al final fuimos pocos, pasamos un rato agradable y mereció la pena.
La próxima esperamos ser más y que los que no fueron no falten.
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